Desde que comenzó; el famoso período especial, a finales de la década de los años ochenta, hasta la fecha, el cubano ha tenido y tiene muchas trabas; para comprar productos de primera necesidad, en las redes de comercio halladas a todo lo largo y ancho del país.
En múltiples ocasiones; se pueden oír a personas, de cualquier género y edad, quejarse de lo cara que esta la vida en Cuba, pues los precios; que han alcanzado los productos de primera o ultima necesidad, son aterradores; tanto en moneda nacional como en moneda convertible o dollar.
Para que se tenga una idea, de la “política de precios” establecida en la isla, la cual no solo difiere, en cuanto a poder adquisitivo, sino también en calidad, procedencia y en lo que se pretenda utilizar el producto: un kg de picadillo de res, cuesta 6,00 cuc (moneda convertible), y un cuc al cambio son 25 pesos cubanos, el costo de dicho producto es de 150 pesos cubanos.
Ahora bien: un kg de leche cuesta 5,75 cuc al cambio son 145 pesos cubanos, estos dos productos tan necesarios, en la alimentación básica de cualquier ser humano, no forman parte de la canasta básica familiar; desde finales de la década de los 80; como tampoco se pueden comprar si no es con moneda convertible.
Esos precios tan elevados, en productos clave, que conformarían la buena alimentación de los cubanos; en una moneda como es el cuc, excluida en un 90% de la nómina de pagos para trabajadores, pensionados y jubilados en Cuba, deja por sentado la inflación tan elevada en la que se encuentra el país.
Como es posible que el Estado y el Gobierno, consientes del salario medio per cápita, establecido en el país por décadas, (10 a 13 cuc, o de 250 a 300 pesos cubanos al mes), no entienda; de cuan asfixiado esta el pueblo. Pero, por si fuera poco, hasta la fecha, han quedado sin empleo un millón y medio de trabajadores, por razones de “ahorro” para la economía nacional.
Razones; para “ahorrar “más de 300 millones de pesos cubanos, según expresará el Ministro de Economía, Marino Murillo Jorge tres años atrás. Planteaba que dicho ahorro, era para mejorar la “canasta básica familiar” (de 10 huevos mensuales, ahora son 5 per cápita al mes). ¡Será que la canasta tiene huecos! –tendrán que revisarlas-.
Con señores como Murillo; dirigiendo la economía de un país, basándose en el ahorro de una moneda devaluada; y no, en una verdadera apertura económica; donde los cubanos sean los principales protagonistas, en la creación de empleos para fomentar riquezas, -el país seguirá en el fondo del fondo-, en lo que, a desarrollo económico y social se refiere.
Después de 5 décadas de estudios, para “mejorar “una economía, que medio siglo atrás tuvo un desarrollo, ¡que se consideró!, entre los primeros de América Latina. Está de más decir; que el gobierno necesita medio siglo más, de –estudios para aprobar la signatura. ¿Por qué? no habrá capacidad de compras para los cubanos
Por: Leonardo Hernandez Camejo
Por: Leonardo Hernandez Camejo
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